Todos tenemos diferentes razones para querer modificar nuestro aspecto y, en última instancia, cómo nos sentimos. Un cambio pequeño, como mejorar el aspecto de las líneas del entrecejo, puede suponer una gran diferencia para nuestra confianza y vitalidad.

Los tratamientos con toxina botulínica tipo A relajan transitoriamente los músculos tratados, atenuando el aspecto de las líneas verticales del entrecejo (líneas glabelares), frente y patas de gallo, en pacientes adultos menores de 65 años, cuando la intensidad de esas líneas tiene un importante efecto psicológico en el paciente.

La Toxina Botulínica Tipo A, disminuye la actividad del músculo, inhibiendo su contracción. De esa forma, el músculo se relaja y, evita y mejora las arrugas de expresión. El resultado será la piel más lisa y con menos arrugas.