El masaje además de relajar y inducir a un estado de bienestar al paciente, también nos proporciona efectos beneficiosos para nuestra piel, nuestra circulación, músculos, huesos, etc. A nivel estético, en el masaje facial produce efectos inmediatos y efectos que aparecen posteriormente a cualquier tratamiento:
- Efectos inmediatos: La temperatura puede aumentar 2 o 3 grados, produciendo una hiperemia local que beneficia al proceso de nutrición de la piel. Produce también el arrastre de células muertas de la capa córnea, sustancias grasas y otros detritus.
- Efectos retardados o efecto reflejos basados en la interrelación entre las terminaciones nerviosas de la piel con los órganos internos: el masaje proporciona mayor flexibilidad y una textura más suave en la piel.
El masaje activa el movimiento de la circulación sanguínea y linfática, y puede ayudar a disminuir la tensión sanguínea y aumentar la oxigenación de los tejidos. Asimismo, sobre el sistema linfático aumenta su poder drenante sobre los edemas, como por ejemplo las bolsas de los ojos.
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