El estrés y las emociones generalmente se suelen apoderar de nuestro organismo haciéndolo reaccionar ante situaciones inusuales en nuestra rutina y esto nos hace actuar de forma diferente en las comidas, como por ejemplo quemando más calorías a las que estamos habituados o despertando una ansiedad inusual por la comida que no sucedería habitualmente.

La ansiedad inisual o “hambre psicológico” es lo que nos lleva a ingerir alimentos hipercalóricos, azúcares, grasas, además de cantidades que sacien un organismo inquieto por factores externos. Esto nos induce a comer a gran velocidad y no masticar.

A continuación os mostramos algunos trucos para evitar la ansiedad:

  • Evita comer mientras estás haciendo la comida, y una vez acabo el postre la hora de comer ha finalizado.
  • Servirnos la ración justa y retirar el plato o bandeja de la mesa.
  • Come despacio, al ingerir los alimentos lentamente y masticando, ayudamos a nuestro organismo a originar una digestión más fácil. Y la salivación produce una disminución de la ansiedad por su efecto relajante.
  • Comer en un entorno relajado, sin prisas también ayudará a nuestra digestión.
  • Evitar las distracciones como la lectura o la televisión ayuda a disfrutar y sentirnos saciados con los alimentos.

Para más información no dudes en contactar con nosotros en el 963 254 900