La ampeloterapia o vinoterapia son los tratamientos que se emplean con la uva y sus derivados con fines estéticos y/o terapéutico para su aplicación en nuestro organismo. La uva con sus componentes y derivados, ha demostrado tener un potencial terapéutico increíble. En la última década, se han realizado estudios científicos en los que han descubierto hasta 20 antioxidantes en ella, lo que la convierte entre otras cosas, en un poderoso y eficaz fruto para la prevención del cáncer y de las enfermedades coronarias.
La uva es rica en vitamina B1 y, especialmente, B2, que contribuyen a la nutrición de las células. Su zumo es muy rico en sustancias como los polifenoles, calcio, potasio, vitaminas A, azúcares (fructosa, glucosa), celulosas, pectinas, enzimas, bicarbonatos de calcio y potasio, hierro y antocianidinas. Sus virtudes se encuentran en todas las partes del fruto, desde el zumo, la piel, las semillas, pasando por las hojas de la vid, el mosto y el vino.
En concreto, en la piel de la uva, encontramos el resveratrol, un potente anticancerígeno que también previene enfermedades coronarias, retardando la formación de placas de grasas en las arterias. Además la ingesta de vino, incrementa los niveles de HDL (colesterol bueno) y disminuye el LDL (colesterol malo), mejorando la dilatación de los vasos sanguíneos e impidiendo la formación de trombosis.
A nivel estético es un eficaz tratamiento antiedad, ya que estimula la producción de ácido hialurónico, colágeno y elastina, además de reforzar la piel. Juega un papel importante en la defensa de la piel contra el daño ocasionado por los rayos ultravioleta y contra los radicales libres. Los Flavonoides y los polifenoles contrarestan la acción de los radicales libres, y de este modo evitan que oxiden y envejezcan las células de nuestra piel.
Por otro lado, las proantocianidinas de sus semillas ayudan a vencer la deshidrotestosterona (la hormona que degenera los folículos capilares), por lo que constituye una buena barrera contra la caída del cabello.
Podemos decir que la uva y la vid, mejoran el bienestar general, además de servirnos como tratamiento terapéutico.
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